Piensas que caminas hacia un punto pero la
existencia de ese punto solo está justificada por lo que amas. Vive lo que
siempre has deseado vivir. Usa la intuición cuando sea fácil conectarte con
ella y usa la disciplina cuando la intuición no se manifieste. Amamos porque
necesitamos amar, porque el amor nos libera, nos enseña a decir no sin
considerar esa palabra como algo maldito y a decir sí sin temer las
consecuencias. La soledad no es la ausencia de compañía sino el momento en el
que nuestra alma tiene la libertad de conversar con nosotros, de ayudarnos a
decidir sobre nuestras vidas. Lo peor no es caer, es quedarse tirado en el
suelo. Solo es derrotado el que desiste, el que no fracasa, el que no arriesga,
el que nunca ha luchado. No intentes ser útil, intenta ser tú, eso basta y en
eso reside tu razón de ser. No hay nada más importante que aprender qué puentes
debes cruzar y qué puentes tienes que destruir para siempre. No hay que
intentar que te amen a cualquier precio, porque el amor no tiene precio. No hay
amor sin soledad, no hay victoria ni derrota en el ciclo de la naturaleza, solo
el movimiento, etapas que superar. No hay belleza en la igualdad sino en la
diferencia. No hay cosas más extraordinarias en la vida que las más sencillas,
deja que se manifiesten.
El manuscrito encontrado en Accra (Paulo Coelho).
Fototgrafia de Jesús García